Nuestra Historia
En las profundidades verdes y vivas de la Amazonía ecuatoriana, en la ciudad del Puyo, surge una historia ancestral y profundamente alada. Allí, donde la selva susurra sus secretos, habita la pequeña pero poderosa hormiga arriera, símbolo de fuerza, determinación y conexión profunda con la tierra.
Nuestra historia nace aquí, en el Puyo, donde también se encuentra la fábrica donde elaboramos el aguardiente. Entre el canto de aves y el murmullo del río, la tradición se mezcla con la innovación. Cada gota refleja el carácter indomable y la autenticidad de la Amazonía ecuatoriana.
La hormiga arriera, emblema de nuestra marca, forja su camino con tenacidad. Su incursión en los senderos del oriente la convierte en la guía perfecta para nuestro licor: un aguardiente destilado con la pasión de la selva, nacido del fruto cañero y del agua pura de esa tierra amazónica.
Aguardiente de la Amazonía Ecuatoriana: Cada sorbo es una invitación al viaje: notas dulces de caña, frescura ancestral, y ese retrogusto que remite al latido de la selva. Este licor es más que una bebida: es el relato vivo de una región, un homenaje al oficio arriero —aquellos que recorrieron caminos olvidados cargando sueños, productos y esperanza— y, por supuesto, a nuestra hormiga arriera, zulita incansable de los caminos amazónicos.